Terapia de Pareja
12/6/2025
4
min

Tipos de apego: qué son, cuántos hay y cómo afectan nuestras relaciones

¿Te has preguntado por qué algunas personas se apegan con facilidad mientras que otras evitan la cercanía a toda costa? La clave está en los tipos de apego, patrones invisibles que aprendemos desde la infancia y que siguen presentes en nuestras relaciones adultas.

Sigue leyendo para descubrir qué es el apego, cómo se forma, cuáles son los estilos más comunes y cómo afectan a nuestra manera de relacionarnos. 

Entender esto puede ayudarte a mejorar tus vínculos afectivos y tu bienestar emocional.

¿Qué es el apego y por qué es tan importante?

El apego es un vínculo emocional profundo que se forma entre un niño y su figura de cuidado. Pero no se limita a la infancia. Este lazo establece las bases sobre las que construimos nuestras relaciones futuras, nuestra autoestima y la forma en que interpretamos el mundo emocional.

Cuando el apego es seguro, las personas crecen sintiéndose dignas de amor y capaces de confiar. Pero si el vínculo es inestable o poco sano, podemos arrastrar inseguridades que nos hacen sufrir sin entender muy bien por qué.

Cómo se forma el apego desde la infancia

El tipo de apego que desarrollamos no depende de lo que nos dicen, sino de cómo nos hacen sentir. Un niño que recibe consuelo cuando llora, que siente que sus emociones son válidas, y que puede contar con sus cuidadores para calmarse, desarrolla confianza.

Por el contrario, cuando las respuestas adultas son frías, inconsistentes o ausentes, el niño se adapta con estrategias que, aunque le ayudan a sobrevivir emocionalmente, pueden limitarle más adelante en sus relaciones.

La teoría del apego de Bowlby

John Bowlby, psiquiatra británico, fue pionero en entender el apego como una necesidad biológica, igual de básica que el alimento o el sueño. 

Según su teoría, los niños están programados para buscar proximidad con quien les cuida, especialmente en momentos de ansiedad y estrés.

Bowlby demostró que el apego influye en la forma en que las personas afrontan el miedo, establecen vínculos y procesan el dolor emocional

Su trabajo fue ampliado por Mary Ainsworth, quien describió distintos estilos de apego en función de cómo reaccionaban los niños al separarse y reencontrarse con sus cuidadores.

Estilos de apego: tipos según la teoría psicológica

La teoría del apego identifica cuatro estilos principales. No se trata de etiquetas rígidas, sino de formas de relacionarse que pueden evolucionar con el tiempo.

Pareja dando paseos en la playa

Apego seguro

Este tipo es el más sano. Las personas con apego seguro sienten que pueden confiar en los demás sin perder su autonomía. Disfrutan de la intimidad, pero no la necesitan para sentirse completas.

Suelen tener una imagen positiva de sí mismas y de los demás. Esto les permite establecer relaciones equilibradas, expresar emociones sin miedo y manejar los conflictos con madurez.

Apego ansioso o ambivalente

Quienes tienen este apego ambivalente viven las relaciones desde la incertidumbre. Suelen tener miedo a que los demás no los quieran tanto como ellos desean, por lo que buscan atención constante y pueden reaccionar de forma intensa si sienten distancia emocional.

Este estilo nace en contextos donde el cariño está disponible a veces sí y otras no, generando una sensación de inseguridad continua.

Apego evitativo

A diferencia del anterior, las personas con apego evitativo evitan la intimidad. Les cuesta expresar sus emociones y confiar en los demás. 

Prefieren la autosuficiencia, aunque en el fondo pueden sentir una necesidad de conexión que no saben cómo gestionar.

Este patrón suele surgir cuando el niño aprende que mostrar emociones no sirve de nada, o incluso es castigado por hacerlo.

Apego desorganizado

Este es el tipo más complejo. Quienes lo presentan viven una mezcla de deseo de afecto y miedo al abandono a la vez. Pueden actuar con mucha confusión en sus relaciones: acercarse y alejarse, idealizar y rechazar.

El apego desorganizado tiene su origen en experiencias traumáticas o en entornos familiares muy caóticos, donde la figura de cuidado fue también una fuente de miedo.

Cómo influyen los diferentes tipos de apego en adultos

Aunque el apego se forma en la infancia, sus efectos se mantienen (o se actualizan) en la vida adulta. Especialmente en los vínculos afectivos más cercanos, como las relaciones de pareja.

Relaciones de pareja y vínculos afectivos

Los adultos con apego seguro suelen establecer relaciones duraderas, con comunicación abierta y respeto por el espacio propio y del otro. En cambio, los del estilo inseguro pueden generar relaciones más conflictivas:

  • El ansioso necesita contacto y atención constantes, lo que puede agobiar a su pareja.
  • El evitativo se siente incómodo con la cercanía, y suele evitar compromisos.
  • El desorganizado combina actitudes contradictorias: deseo de conexión y rechazo emocional.

Autoestima, dependencia emocional y límites

El estilo de apego también impacta en cómo te ves a ti mismo

El apego seguro favorece una autoestima estable. Los inseguros, en cambio, suelen estar marcados por dudas sobre su propio valor o sobre el valor de los demás.

Esto puede traducirse en dificultades para poner límites, asumir responsabilidades afectivas o gestionar la dependencia emocional.

Manejo del estrés y reacciones emocionales

Los diferentes estilos de apego activan estrategias distintas ante el malestar emocional. 

  • Los seguros piden ayuda o se autorregulan con eficacia. Los ansiosos pueden sobrerreaccionar o anticipar el rechazo. 
  • Los evitativos se desconectan de sus emociones
  • Los desorganizados, por su parte, reaccionan de forma intensa e impredecible.

¿Podemos cambiar nuestro estilo de apego?

Sí. Aunque estos patrones se desarrollan temprano, no son fijos. El cerebro humano es flexible y, con el entorno adecuado, puede aprender nuevas formas de vincularse.

Terapias centradas en el apego

Existen enfoques terapéuticos diseñados específicamente para trabajar estos patrones. Algunas opciones incluyen:

  • Terapia individual basada en la teoría del apego.
  • Terapia de pareja emocionalmente enfocada (EFT).
  • Terapia del esquema, que trabaja desde los modelos mentales

El objetivo es ayudarte a reconocer tus automatismos, sanar heridas pasadas y construir relaciones más sanas en el presente.

Mindfulness y trabajo personal

Además de la terapia, hay herramientas que puedes aplicar por tu cuenta:

  • Observar tus emociones con curiosidad, sin juzgarte.

  • Aprender a identificar tus necesidades afectivas.
  • Cultivar relaciones donde te sientas escuchado y valorado.

Pequeñas experiencias emocionales seguras pueden tener un gran impacto en cómo te sientes contigo y con los demás.

El apego emocional influye, pero no limita

Conocer tu estilo de apego es un gran primer paso. No se trata de encasillarte, sino de entenderlo mejor. 

Porque cuando entiendes de dónde vienen tus miedos, tus necesidades y tus formas de reaccionar, puedes empezar a tomar decisiones más libres.

El apego emocional influye, sí, pero no define todo tu camino. Puedes aprender a amar mejor, a cuidarte más, y a construir vínculos que sanen en lugar de repetir heridas.

Si deseas profundizar más en el tema o explorar cómo trabajar en tu propio apego —especialmente en cómo este impacta tus relaciones de pareja—, te animamos a considerar la terapia de pareja como un espacio seguro para abordar emociones, patrones y necesidades afectivas. Encuentra a tu psicólogo online en Therapyside para seguir conociendo tus emociones, aprender a priorizarte y cuidar tu bienestar psicológico.

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