Ansiedad
21/7/2025
4
min

Ansiedad por desamor: cómo calmarla y superarla

Si te preguntas cómo combatir la ansiedad por desamor tras descubrir que todo lo que en tu relación una vez pareció perfecto ya no lo es, has llegado al sitio adecuado. 

¿Estás viviendo una situación difícil en tu relación de pareja? ¿Ya no sientes lo mismo que antes pero te asusta la idea de la ruptura? ¿Te angustias cuando tu pareja te pregunta si la quieres? 

Te entendemos. Son muchos los aspectos que te unen a esa persona: una vida en común, amigos comunes, cuidado y crianza de los hijos, una economía que gestionar... 

¿Cómo combatir la ansiedad al darte cuenta de que el desamor está llamando a tu puerta?

¿Por qué sentimos ansiedad tras una ruptura o crisis amorosa?

Tu pareja no ha hecho nada para que tus sentimientos cambien. Tú tampoco. Puede incluso que hayáis hecho algunos esfuerzos extra por reavivar la llama, pero dichos esfuerzos te han agobiado incluso más. Ahora es el momento de preguntarte cómo combatir la ansiedad por todo esto que estás sintiendo y dejando de sentir.

En una situación de este tipo, es natural que sientas estrés y te desesperes deseando encontrar una fórmula mágica para combatir la ansiedad y la incomodidad que te produce imaginarte dentro de diez años en estas mismas circunstancias. 

Si te quedas en tu relación, junto a alguien por quien ya sientes poco o nada, vivirás engañándote a ti misma y a alguien que te ama. Si terminas la relación, algo te dice que ambos lo pasaréis fatal porque os lleváis bien y os queréis, pero sabes que la chispa ya se ha ido.

Sé compasiva contigo: no te exijas más de la cuenta

Aunque la situación parece escalar día a día y cada vez te resulta más difícil disimular que algo ha cambiado dentro de ti, intenta ser paciente y reflexiva hacia tus sentimientos. No sólo porque la paciencia es un arma clave para combatir la ansiedad, sino también porque es necesario que te des tiempo para tomar una decisión coherente.

Es decir, una decisión que te haga sentir bien contigo misma prestando atención a tus necesidades, sabiendo que ni el amor ni el desamor son decisiones que tomamos conscientemente. 

No añadas más ansiedad a la que ya tienes atormentándote por cuál será la decisión “correcta”. Cuando se trata de sentimientos y emociones, no existen las decisiones correctas, existen las decisiones coherentes. Estás ante una encrucijada lo suficientemente importante como para necesitar tiempo, un tiempo que ha de ser suficiente para encontrar la respuesta con calma.

¿Debo romper la relación y afrontar la situación con sinceridad? ¿Debo ignorar lo que siento y hacer un último esfuerzo por resucitar el amor de la pareja?

Cómo calmar la ansiedad por desamor y lograr superarla

Antes de entrar a valorar qué decisión tomar respecto a tu relación, es muy importante que sepas cómo combatir la ansiedad. Necesitas que tu mente esté tranquila para poder ordenar tus ideas y valorar correctamente tus opciones. Para intentar gestionar la ansiedad por desamor, puedes seguir estos pasos.

Pareja enfadada después de discutir

1. La ansiedad se vence con paciencia y autocompasión

Te ha pasado algo que ni tú ni tu pareja merecéis. Es injusto, pero es real y hay que buscar una solución coherente, porque esta no es una situación sostenible en el tiempo. Lo primero que debes saber es que esto también pasará. Está bien expresar tu dolor. Llora si lo necesitas. Habla con alguien de tu entorno que te transmita seguridad (amiga, familiar, etc.) o busca ayuda de psicólogo especializado en terapia de pareja, pues es importante que te desahogues. 

Sea cual sea la decisión por la que te inclines de primeras, no tienes que tomarla ahora. No tiene que ser hoy ni la semana que viene. Sé paciente y date tiempo para reducir los niveles de ansiedad y aprender a convivir con el escenario en el que te encuentras. Eso te ayudará a elegir con sabiduría.

2. No te culpes: no todo depende de ti

Si te culpas por sentirte de este modo, sumas todavía más dolor a esta situación de crisis personal. En lugar de juzgarte, intenta comprenderte. Sentir desamor es algo que le puede pasar a cualquiera. Algunas parejas consiguen remontar y volver a enamorarse. Otras ven la ruptura como algo inevitable. No hay una elección buena ni una elección mala. Lo que decidas estará bien. 

No te culpes. La culpa neurótica, esa que aparece de forma rumiativa, que no te aporta nada sino que es fuente de autocrítica feroz, es un síntoma de ansiedad. En cuanto reconozcas que no tienes culpa de nada, comenzarás a sentirte más cómoda con la idea de hablar de este tema con tu pareja, estando preparada para comprender y aceptar su reacción.

Mantén tu mente abierta, no expreses juicios de valor sobre lo que siente u opina tu pareja, recuerda que él/ella también es parte de la relación. Si tú estás bien, transmitirás esa calma y la conversación irá mucho mejor.

3. Todo tiene solución, incluso esto

Es normal que sientas que estás en un callejón sin salida. Si te callas, seguirás sufriendo. Si hablas con tu pareja, sufrirás igualmente. Sin embargo, pase lo que pase vas a encontrar una solución, ya sea dándole una oportunidad a tu relación actual o buscando nuevos horizontes.

Con el paso del tiempo y el trabajo personal, tanto tú como la persona que a día de hoy es tu pareja habréis superado este episodio y seguiréis adelante con vuestra vida. Sigáis juntos o no, ambos volveréis a sentiros felices en algún momento.

4. Obsérvate desde fuera: toma perspectiva

Imagina que no eres tú sino tu mejor amiga quien está sufriendo esta contradicción sentimental. ¿Qué consejo le darías? Imagina que tu historia es la trama de una película. ¿Cuál te gustaría que fuese el desenlace?

Este ejercicio te permitirá tomar cierta distancia de tus sentimientos y escucharte mejor a ti misma sin sentirte abrumada por ellos. Si te cuesta mucho hacerlo sólo con la imaginación, prueba a escribir en un papel cómo te sientes. Guarda el texto y léelo días después.

5. Reconecta con tu historia: por qué has llegado hasta aquí

Para tomar la decisión, es recomendable que intentes analizar las causas que han desencadenado este malestar en ti. El desamor no se produce en un día.

¿En qué momento sentiste que algo cambió entre vosotros? ¿Qué pasó entonces? ¿Qué responsabilidad tienes tú en este cambio? Aunque este paso puede ser doloroso, te permitirá enfocar tu mente manteniendo la ansiedad a raya.

Además, te ayudará a identificar con mayor objetividad los pros y contras de terminar o continuar con tu relación.

6. Imagina tu vida en unos años: hay futuro sin ansiedad

¿Cómo te gustaría que fuese tu vida después de superar este momento? Visualiza ese futuro hipotético. Este ejercicio de proyección te puede ayudar a elegir aquella situación que te haga sentir mejor. 

¡Ojo, no anticipes demasiado! Si notas que estás agobiando aún más, no insistas en anticipar. Recuerda que los pensamientos anticipatorios, negativos y catastrofistas son muy comunes dentro de cuadros de ansiedad. 

Si imaginar tu futuro con o sin tu pareja te pone muy nerviosa, desiste de este paso, tómate un descanso y realiza una actividad placentera para ti. Luego trata de analizar de forma crítica esos pensamientos negativos que te abrumaron al proyectarte en el futuro.

¿Qué pensamiento me hizo sentir tanta ansiedad? ¿Qué es lo que más temo que ocurra? ¿Por qué me preocupa tanto?Si eso que tanto temo ocurriese, ¿qué podría hacer para resolverlo?

7. ¿Qué alternativas tienes ahora que todo ha cambiado?

Elabora una lluvia de ideas, una lista de posibles opciones que puedes poner en práctica para aclarar tu situación a partir de ahora. Deja volar tu creatividad y anota por escrito todas las opciones que te vengan sin juzgar ni descartar ninguna a priori.

De este modo, evitas esa visión de “túnel” tan limitante que produce el miedo, y a la vez amplías tu foco mental con la esperanza de aquello que está por venir. Este ejercicio te permite mover el foco de tu atención mental, dejando de iluminar únicamente aquello que te hace sufrir, ampliándolo para enfocar también nuevas posibilidades más optimistas, lo que es una buena estrategia para combatir la ansiedad.

Además, siempre puedes contar con la ayuda de un psicólogo especialista en ansiedad si sientes que por ti misma es imposible de gestionar.

¿Qué hacer cuando quieres terminar una relación?

La clave para combatir la ansiedad en este caso es afrontar la situación tan pronto como seas consciente de ella. No prolongues durante demasiado tiempo el sufrimiento. Concreta una cita para hablar con tu pareja e intenta explicar cómo te sientes, sin caer en los reproches. Expresa tu gratitud por el tiempo compartido y tu disposición a seguir teniendo una relación cordial. Pero muestra firmeza en la decisión de la ruptura. 

Acepta el duelo por la ruptura como el punto de partida tras tomar la decisión de terminar la relación. La aceptación consciente y el compromiso a pasar por dicho proceso de duelo son claves para afrontar la ansiedad que surja a partir de aquí. Recuerda que este proceso de duelo surge de una decisión que has tomado, y que es un tramo duro pero necesario en el camino hacia tu felicidad. 

El duelo tras la ruptura puede ser muy doloroso. Se diferencia del duelo por pérdida en que el objeto de duelo, tu pareja, sigue presente en tu vida de alguna manera: mantenéis contacto por los hijos, tenéis amigos en común, trabajáis juntos.... Este contacto puede hacer que te replantees constantemente la decisión que has tomado y te sea muy difícil terminar de aclarar tus sentimientos.

Si este es tu caso, recuerda que minimizar el contacto, acordándose siempre que sea posible con tu pareja, o incluso el “contacto cero”, pueden facilitar que tanto tú como tu pareja podáis transitar por el duelo y superar poco a poco la separación.

¿Aún hay amor? Cómo recuperar el amor de tu pareja

Si decides luchar por tu relación, toma la iniciativa de organizar un viaje sorpresa o una cita especial para estar a solas en un entorno distinto. Comparte tiempo con tu pareja. Enfócate en aquello que os une, por ejemplo, alguna afición. Puedes asistir con tu pareja a algún curso de un tema que os guste. El ocio es un buen aliciente para compartir momentos felices juntos. Cuida los detalles con tu pareja. No esperes a que sea una fecha significativa para sorprenderle con algo especial. 

Si eliges este camino, ten mucho cuidado con las expectativas. Mantén tu ansiedad a raya y no anticipes de entrada el fracaso de cualquier intento de reavivar la relación. Tampoco te critiques duramente si no ves  grandes cambios al instante. Recuerda, ¡sé paciente! 

Seguramente haya llevado un tiempo llegar a esta situación de insatisfacción en tu relación, así que no esperes cambios inmediatos ni te cargues con toda la responsabilidad de reflotar este barco. Paso a paso, cada esfuerzo cuenta y suma. Dile a tu ansiedad que “espere” y esfuérzate en mostrarle las pruebas a favor de que te estás esforzando y de cómo tu pareja va recibiendo bien dichos esfuerzos.

En cualquier caso, “tenemos que hablar”

Si decides luchar por tu relación, es posible que creas que debes seguir callando tus sentimientos de desamor y tu preocupación por el estado de la relación. ¡Mala idea! Recuerda que la ansiedad es una emoción intensa, y como todas las emociones, intentar reprimirla juega en tu contra.

Si lo haces, aumentará tu estrés, y a tu ansiedad por desamor se le sumará el miedo a que se note tu preocupación, lo que te llenará de angustia y te hará sufrir aún más. Además, súmale los sentimientos de culpa por saber que estás ocultando algo importante a tu pareja. 

Nada hay más liberador que expresar lo que sentimos de forma abierta y sin cortapisas. Piensa en las emociones como procesos psico-fisiológicos que empiezan en nuestra mente y que deberían terminar en la expresión de dicha emoción.

Por eso es muy importante que hables con tu pareja y seas lo más sincera posible. Ahora bien, ten en cuenta que lo que vas a expresar es importante y que puede generar un impacto en tu pareja. A nadie le gusta que le digan algo como “ya no siento lo mismo…”, así que prepárate para recoger su reacción y sus emociones con amabilidad y sin juzgar. 

Aquí te damos algunos consejos para ayudarte a enfocar esa conversación tan difícil: 

  • Acuerda con tu pareja un momento y un lugar para hablar. No elijas cualquier momento del día para expresar algo tan importante, ya que puede malinterpretarse algo de lo que se diga, o simplemente puede que alguno de los dos o ambos no tengáis la predisposición adecuada para mantener una conversación difícil. Algo como: “tengo algo importante que decirte, y me gustaría que eligiéramos juntos un momento para poder compartirlo…” expresa tu necesidad, pero también tiene en cuenta la predisposición de tu pareja y le da espacio para participar en la elección del momento.
  • Después de acordar el momento para hablar, una buena manera de empezar la conversación podría ser algo parecido a: “cariño, quiero que sepas que te quiero y que deseo que nuestra relación sea duradera y sana para los dos. Si ahora me ves nerviosa, es porque últimamente no siento por ti lo mismo que sentía antes, y eso me da miedo. Sé que quiero seguir a tu lado y que tú sigas al mío, por eso me gustaría que me dijeras cómo te sientes respecto a nuestra relación…”. Aquí estás expresando con cariño tu intención de seguir adelante, pero también la necesidad de que algo cambie, haciendo partícipe a tu pareja en el proceso. 

Pero esto no es todo, es sólo el comienzo. Después de mantener esta conversación tan difícil, pueden darse varios escenarios no tan esperanzadores: que tu pareja no te entienda, que le duela mucho no sentirse correspondido, que decida no seguir adelante con vuestra relación… 

Ocurra lo que ocurra, es importante que muestres respeto y tolerancia hacia lo que tu pareja necesite y decida. Debes respetar su decisión y alejarte sin insistir, ofreciendo un espacio para la reflexión si lo consideras adecuado, evitando así tomar decisiones precipitadas. 

Pero si tu pareja recoge de forma positiva la noticia, se muestra proactivo y se une a tu lucha para intentar salvar lo vuestro, agradéceselo y poneros a ello enseguida. Si no tenéis claro cómo hacerlo, siempre podéis pedir ayuda a un especialista que os acompañe en el proceso.

¡Manos a la obra para reavivar la llama!

Aquí van algunas ideas para trabajar en vuestra relación y volver a conectar entre vosotros. 

Buscad un momento tranquilo y sin interrupciones en el que os sentéis juntos a responder algunas de las siguientes cuestiones:

  • ¿Qué fue lo que os gustó de cada uno al conoceros?
  • ¿Qué anécdota divertida recuerdas de los primeros momentos de vuestra relación?
  • ¿Cuándo fue el momento en el que te diste cuenta de que querías estar con tu pareja?

Intentad conectar con el ánimo de aquel momento. Para ello, podéis echar un vistazo a vuestras fotos durante los primeros años de relación.

Elogia a tu pareja en aquellos aspectos que admiras y aprecias. Aumenta el número de piropos y reduce el número de quejas. Este punto es básico para la reciprocidad. Cuanto más valores a la persona que está contigo, más te valorará a ti. 

Si te sientes agobiada, intranquila, díselo y pídele que te ayude a combatir la ansiedad en esos momentos.

Después de un tiempo intentando recuperar vuestro amor, tened una cita para conversar en torno a preguntas como: 

  • ¿Cuál es vuestro balance de la relación después de un tiempo trabajando en ella? 
  • ¿Qué siente ahora cada uno por el otro? 
  • ¿Cómo os imagináis el futuro juntos desde este nuevo punto en el os encontráis? 
  • ¿Os parece mejor ese futuro juntos que separados? 
  • ¿Cómo podrías ayudaros mutuamente a combatir la ansiedad si esto se repite?
  • ¿De qué forma está contribuyendo cada uno a que vuestra relación mejore?

Estas conversaciones, aunque difíciles, pueden ayudar a volver a conectar y a fortalecer la relación. En Therapyside, la app número 1 en psicología online, te podemos ayudar si estás atravesando una crisis emocional por desamor y necesitas apoyo,

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Jorge Mora

Artículo escrito y revisado por Jorge Mora | Psicólogo General Sanitario (col. P-2.112) con enfoque integrador, especializado en trauma, ansiedad y depresión, con amplia experiencia en psicoterapia individual y de pareja.

Isabel Aranda

Artículo escrito y revisado por Isabel Aranda | Graduada en psicología, con n.º de colegiada M-13497. + 10 años de experiencia como psicóloga general sanitaria.