Sexualidad
24/1/2023
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¿Cómo enfocar la conversación sobre sexo con los más jóvenes?

¿Por qué nos resulta tan difícil y bochornoso entablar conversaciones sobre el sexo y la sexualidad con los más jóvenes? Después de todo, el sexo y la sexualidad no solo son aspectos inherentes a la condición humana, también están inmiscuidos en muchos aspectos de nuestro día a día.

La conversación social, las noticias, las películas, la música, las redes sociales e, incluso, los anuncios publicitarios están repletos de mensajes sexuales subliminales, y todos estamos expuestos a este contenido, los jóvenes no son la excepción. Así lo establece María Honrubia, psicóloga y sexóloga, quien detalla que el 90% de los jóvenes españoles menores de 12 años han sido expuestos a contenido sexual y que un 48% afirma aprender sobre el sexo a través de internet. Asimismo, una encuesta realizada en el 2019 por la UNESCO a 1.400 jóvenes estableció que dos de cada tres (72%) considera que la educación sexual recibida no ha sido adecuada.

Estos datos son verdaderamente preocupantes, sobre todo cuando la “educación sexual es un derecho de todo ser humano, no un privilegio”, declaración respaldada por la UNESCO y la OMS. Por ello, lo óptimo sería que la primera toma de contacto de los jóvenes tuviera lugar en el hogar, a través del sistema educativo o por medio de profesionales de la psicología.

A continuación, presentamos las ventajas de incorporar una educación sexual integral, desmentimos mitos de abordar el sexo con la juventud y proporcionamos seis pautas de cómo enfocar la conversación sobre sexo con los más jóvenes para generarles una mayor comodidad y empoderarlos respecto al tema.

¿Por qué es necesaria la educación sexual?

Existe mucha información contradictoria, confusa y ambigua sobre el sexo y la sexualidad en general. Disponer de información fiable sobre estas temáticas es una parte esencial del desarrollo sano e integral de todo ser humano. Lamentablemente, estos aspectos siguen siendo considerados temas tabúes. 

Mantenernos al margen y evitar estas conversaciones solo arrastrará consecuencias negativas para nuestros jóvenes, como la propagación de desinformación, el aumento de conductas de riesgo, la confusión del porno con la sexualidad real, la falta de conciencia sobre el consentimiento, junto con el incremento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y el embarazo precoz. Para combatir el desconocimiento, solo hay una solución: la educación.

Es por esto por lo que la UNESCO, en 2018, ha desarrollado una campaña de Educación Integral en Sexualidad (EIS), que “dotará a los niños y jóvenes de conocimientos (basados en datos empíricos), habilidades, actitudes y valores para: disfrutar de salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; y analizar cómo sus decisiones afectan su bienestar”.

Su objetivo es promover la educación sexual temprana, adecuándose a la edad y al nivel de desarrollo de cada niño y joven. Es importante seguir este enfoque progresivo con nuestros jóvenes, ya que les ayudará a tomar decisiones fundamentadas, a comprender la sexualidad y a desarrollar las competencias necesarias para fomentar un pensamiento crítico respecto a la salud sexual.

Desmintiendo mitos sobre la educación sexual

Según la psicóloga y sexóloga Mónica Branni, al no hablar de sexo perpetuamos el tabú, la prevalencia de ideas erróneas y el mantenimiento de las barreras sociales. Para evitar los riesgos que pueda acarrear esta falta de comunicación, vamos a desmentir los mitos más relevantes sobre la educación sexual:

  • La educación sexual estimula el interés por la actividad sexual demasiado temprano

La educación sexual no aumenta la actividad sexual ni reduce la edad en la que se comienza a mantener relaciones sexuales, pero sí prepara a nuestros jóvenes para conocer y valorar sus cuerpos y su dignidad, además de ayudarles a construir relaciones afectivas sanas y respetuosas.

  • La educación sexual incrementa las ITS y el embarazo precoz

Al contrario, varios estudios han demostrado que la educación sexual disminuye el comportamiento sexual de riesgo y los índices de ITS y embarazo precoz. Esta información es corroborada por Carmen Ruiz Repullo, socióloga especializada en violencia de género en adolescentes y jóvenes, que además añade que una impartición temprana “reduce el riesgo de que los jóvenes sufran violencia sexual”.

  • La educación sexual se resume en hablar únicamente de sexo

La educación sexual va más allá de una cuestión biológica. Trata temas como la salud reproductiva, la orientación sexual, el consentimiento y la prevención del abuso.  Tal como establece la psicóloga y sexóloga Raquel Hurtado, a través de la educación sexual adquirimos conocimientos sobre el funcionamiento del cuerpo humano y sobre cómo prevenir problemas de salud sexual, además de ser un aspecto clave para mejorar las habilidades sociales y sexuales de los jóvenes.

Claves para abordar la conversación sobre sexo con los jóvenes

1. Cuantos antes, mejor: la sexualidad nos acompaña toda la vida

Según Judit Lavernia, psicóloga especializada en crecimiento sexual y de pareja, nunca es temprano para hablar de sexualidad con los más jóvenes, ya que es una temática que “está implícita en el día a día”. La educación afectivo-sexual se ha de abordar desde que la persona nace, ya que en la infancia es cuando establecemos las bases de comunicación y configuramos el funcionamiento del mundo en nuestro cerebro. Lógicamente, la información se debe incorporar de manera gradual y debe estar adaptada a la edad de la persona que la recibe.

En la infancia, se puede hacer hincapié en el conocimiento del cuerpo, en nombrar los órganos sexuales y en enseñar que son un aspecto privado de cada persona, en respetar la intimidad y en tratar bien a los demás. En la preadolescencia se pueden abarcar temas como la menstruación, los cambios del cuerpo que vendrán con la pubertad y el consentimiento en las relaciones sexuales. En la adolescencia podemos abordar el placer, los métodos anticonceptivos, las ITS y el embarazo no deseado.

2. No presupongas lo que saben y lo que no: aborda todos los temas

En cuestiones de educación sexual es mejor no ser escueto. No presupongas nada. Comparte información fiable sobre todos los temas relevantes (adaptando el contenido según la edad) y hazlo de una manera exhaustiva pero gradual. Un tema a la vez. Recuerda que la educación sexual debe abordar temas como la salud reproductiva, la orientación sexual, los métodos anticonceptivos, la abstinencia, el consentimiento, el sexo oral, la masturbación, las ITS, la violencia sexual y los aspectos afectivos y éticos asociados a estas vivencias.

Según la clínica Mayo, hablar de sentimientos, actitudes y valores es tan importante como brindar información exacta sobre el sexo. Aunque nos resulte incómodo, evitar ciertos temas podría resultar en una negligencia de nuestra parte. Más vale ser precavido que lamentarlo.

3. Habla con naturalidad: el sexo no debe ser un tema tabú

La sexóloga y psicóloga Raquel Graña establece que “hablar de sexo con naturalidad es la clave para que los jóvenes no lo traten como un tema morboso¨. Insiste en que, para superar la vergüenza y aceptar la incomodidad, debemos naturalizar el cuerpo y aprender sobre la gestión emocional, y esto solo se consigue por medio de la conversación y la concienciación.

Podemos aprovechar las situaciones cotidianas para romper el hielo y generar una discusión al respecto. Situaciones que ocurren en el instituto o que aparezcan en las noticias, una escena de una película o la letra de una canción: todas estas circunstancias pueden ser la oportunidad perfecta para iniciar una conversación sobre la sexualidad.

4. Sé directo y honesto: admite tu desconocimiento

Lo más recomendable es no irse por las ramas. Mientras más claro, conciso y objetivo se pueda ser, mejor. Es posible que ciertas inquietudes que surjan se escapen de nuestras manos. Según Branni, la razón por la que el 53% de los padres se sienten incómodos hablando de sexo con los jóvenes es porque ellos mismos no recibieron una educación sexual formal y, por ello, no se sienten capacitados para abordar estos temas. Aquí también es importante admitir el desconocimiento. No debe inquietarnos el no tener la respuesta a una pregunta. Al contrario, es una oportunidad de mutuo crecimiento.

5. Es una conversación en curso: no se trata de una discusión puntual

La sexualidad está implícita en el día a día, por lo que no podemos dar por zanjado el tema con una sola discusión. Se trata de una conversación en curso, continua y bidireccional, que irá evolucionando gradualmente con el transcurso de los años. Debemos promover un espacio seguro, en el que los jóvenes se sientan a gusto para hacer preguntas y aclarar dudas.

Para generar esta confianza es recomendable emplear la escucha activa, técnica que 9fue desarrollada por el psicólogo Carl Rogers (1957), con el objetivo de mejorar la comprensión y afianzar los vínculos de confianza. Para ello, debemos centrar toda nuestra atención en los jóvenes y en lo que tengan que decir, evitando las interrupciones, partiendo de la empatía y sin emitir juicios.

6. Pide ayuda: acude a un profesional de la salud si es necesario

Según una reciente encuesta realizada por la Sociedad Española de Contracepción (2019), un 47,8% de los jóvenes recurre a internet para indagar sobre la sexualidad, mientras que sólo un 23,1% recurre a su madre y un 12,4% a su padre. Es muy posible que los jóvenes no se sientan a gusto hablando con sus padres o superiores cercanos sobre el sexo. No debemos tomarlo como algo personal. Como alternativa, podemos incentivarlos a que acudan a una cita con un profesional de la psicología versado en el tema, con quien se sientan en confianza y libertad para aclarar dudas.

En Therapyside encontrarás profesionales que te pueden aconsejar, apoyar y ayudar a alcanzar tu mejor versión.

En conclusión, la educación sexual, entendida como el conocimiento de nuestro cuerpo, nuestra diferencia sexual y el comportamiento sexual, puede empezar en cualquier momento, y cuanto más temprano se empiece, mejor. La honestidad, la naturalidad y la confianza son los aspectos más importantes al entablar la conversación sobre sexo con los más jóvenes. Si  estos disponen de todas las herramientas, competencias y habilidades necesarias, podrán tener un desarrollo óptimo de su salud sexual, y esto conducirá a que los derechos sexuales de todas las personas sean respetados, protegidos y se ejerzan al completo.

Referencias

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