Terapia de Pareja
1/8/2025
4
min

Por qué deberías dejar de esperar a la persona perfecta (para ser feliz en tus relaciones)

En la sociedad actual, el concepto de la "persona perfecta" está demasiado normalizado. Desde películas, hasta publicaciones en redes sociales, nos bombardean constantemente con la idea de que hay una única persona destinada para nosotros, aquella que completará nuestras vidas de forma ideal.

Pero, ¿realmente existe esa persona perfecta o es solo una fantasía creada por la cultura? Sigue leyendo para dejar de romantizar este mito y descubre lo que realmente importa cuando se trata de amor y relaciones.

El mito de la persona perfecta: ¿qué nos han vendido?

Desde los cuentos de hadas hasta películas románticas, la sociedad nos ha vendido la narrativa de que existe alguien hecho a nuestra medida, alguien que nunca nos decepcionará y que todo en la relación será perfecto. Pero, ¿de dónde viene este mito?

A lo largo de la historia, hemos sido alimentados con expectativas irreales sobre cómo debe ser el amor. Películas como Titanic o The Notebook nos muestran historias de amor intensas y dramáticas, pero rara vez muestra las complejidades de la vida cotidiana en pareja.

Las redes sociales, por su parte, también resaltan la fantasía, presentando imágenes perfectas de relaciones sin enseñar las discusiones o los momentos difíciles que son naturales en cualquier vínculo humano.

Este mito ha creado expectativas poco realistas que pueden ser perjudiciales. Nos condiciona a buscar la perfección en los demás, y cuando no la encontramos, sentimos que algo está mal con nuestra relación.

Las expectativas irreales sobre cómo debe ser el amor nos hacen sentir que siempre estamos a punto de encontrar esa chispa de la que tanto se habla, cuando en realidad, el amor real está en la conexión y no en la perfección.

¿Por qué el mito sigue vivo?

Porque el bombardeo constante de información nos lleva a creer que deberíamos estar en una relación que no solo sea plena, sino que también sea sin esfuerzo. Sin embargo, las relaciones saludables y satisfactorias requieren trabajo y honestidad.

La realidad: el amor puede no empezar con un flechazo

Es fácil caer en la trampa del amor a primera vista. Las películas nos dicen que cuando conocemos a la persona correcta, todo encaja de inmediato, y la chispa del amor surge al momento. Pero la verdad es que en el amor verdadero rara vez ocurre de esa manera.

El amor se construye con el tiempo. Es un proceso que requiere paciencia, comprensión y, sobre todo, esfuerzo. Las relaciones que realmente duran se basan en la autenticidad y en el trabajo constante de conocerse mutuamente, adaptarse a los cambios y superar juntos los retos.

Pareja el día de su boda

El amor no es una sensación inmediata, sino un compromiso continuo.

¿Entonces los flechazos son una ilusión?

En la vida real, el amor no es un golpe de suerte, ni una historia de cuento de hadas que aparece cuando menos lo esperamos. Se forma a través de las experiencias compartidas y los retos que una pareja supera juntos

El amor que dura en el tiempo no está basado en un flechazo inmediato, sino en la capacidad de los dos de ser vulnerables, apoyarse mutuamente y evolucionar como individuos mientras avanzan juntos.

¿Por qué nos obsesionamos con encontrar a ‘nuestra persona’?

La tendencia a idealizar a los demás tiene mucho que ver con las expectativas sociales y culturales. Desde pequeños, nos enseñan que el amor perfecto es posible, y esto se convierte en una meta a alcanzar. Sin embargo, esta búsqueda puede tener consecuencias negativas.

Uno de los principales factores es la falta de autoestima y autoconocimiento. Muchas veces, buscamos en otras personas lo que sentimos que nos falta a nosotros mismos.

En vez de trabajar en nuestra autoestima y crecimiento personal, buscamos una pareja que nos complete, esperando que esta persona solucione nuestros propios vacíos emocionales.

La presión social: otro factor que no ayuda

Vivimos en un mundo que valora mucho las apariencias y las relaciones perfectas. Las redes sociales se suman a esta presión, ya que muchas veces vemos lo mejor de las relaciones de otros y asumimos que eso es lo que deberíamos tener. 

Esto nos lleva a desear una perfección que no es real. Sin una autocomprensión de nosotros mismos y lo que realmente queremos de una relación, caemos en el error de esperar que la otra persona tenga todo lo que creemos que necesitamos.

Además, la falta de autoconocimiento puede hacer que busquemos en una relación lo que necesitamos para sentirnos completos, sin haber hecho previamente el trabajo de sanar o de entender nuestras propias necesidades emocionales.

Entonces, ¿cuándo voy a sentir que una persona es ‘mi persona’?

Lo perfecto no existe. Las relaciones reales no son impecables ni libres de problemas, pero son auténticas, que es lo más importante en la vida que estamos viviendo y no la que tenemos en nuestra cabeza. 

En vez de buscar una pareja perfecta, debemos centrarnos en lo que realmente importa: la conexión real.

Las relaciones sanas están construidas sobre una base de confianza, comunicación y respeto mutuo. Son relaciones donde ambos miembros se aceptan tal como son, con sus defectos y virtudes. Es el crecimiento personal y conjunto lo que crea un vínculo sólido, no la perfección.

Lo que realmente importa en una relación no son los momentos perfectos o las grandes gestas románticas, sino la capacidad de ser verdaderamente tú mismo

Cuando las personas dejan de lado las máscaras y se muestran vulnerables, es cuando realmente se conectan a un nivel profundo. 

La autenticidad es lo que da valor a una relación, más allá de cualquier ideal o expectativa.

¿Y si dejamos de esperar tanto? Y empezamos a disfrutar

La presión de encontrar a la "persona perfecta" puede generar frustración y ansiedad. Nos hace sentir que no somos lo suficientemente buenos o que nuestras relaciones no están a la altura de las expectativas que nos hemos impuesto. Pero, ¿y si dejamos de esperar la perfección?

Dejar de centrarse en la búsqueda de la perfección puede liberar mucho peso mental. Cuando dejamos de lado las expectativas irreales, comenzamos a ver a las personas por lo que realmente son, y nos permitimos disfrutar de relaciones más saludables y satisfactorias

Esta libertad de expectativas puede ser el primer paso hacia una vida amorosa más plena y auténtica.

Cómo liberarse de las expectativas irreales

Liberarse de la búsqueda de la perfección comienza por aceptar que las imperfecciones son una parte natural de la vida y las relaciones

En lugar de obsesionarse con un ideal inalcanzable, podemos empezar a valorar las cualidades que realmente importan, como la confianza, la lealtad y la capacidad de aprender y crecer juntos. Al cambiar nuestra perspectiva, podemos tener relaciones más saludables y satisfactorias.

¿Qué buscar realmente en una relación?

Hay ciertas cualidades muy importantes que realmente aportan en una relación. Aquí te dejamos algunas de las más importantes:

  • Confianza: la confianza mutua es la base de cualquier relación sana. Sin confianza, es difícil construir una conexión real.
  • Comunicación: ser capaz de hablar abierta y honestamente con tu pareja es clave para resolver conflictos y fortalecer el vínculo.
  • Respeto: la comprensión y el respeto hacia los sentimientos y deseos del otro son esenciales.
  • Compatibilidad: aunque no buscamos a la "persona perfecta", la compatibilidad en valores y objetivos de vida es fundamental.
  • Apoyo mutuo: estar ahí para tu pareja en los momentos difíciles es fundamental para mantener una relación fuerte.

Lo que la terapia puede enseñarnos las relaciones y las expectativas

Tanto la terapia individual como la terapia de pareja, puede ser una herramienta muy potente para desromantizar la idea de la "persona perfecta". 

En este espacio seguro, las personas pueden aprender a desmontar sus expectativas poco realistas sobre el amor y desarrollar relaciones más saludables.

Los psicólogos pueden ayudar a las personas a comprender por qué tienen ciertas expectativas y cómo estas afectan su bienestar y sus relaciones. Al trabajar en la autocomprensión y la comunicación, las parejas pueden construir vínculos más sólidos y satisfactorios.

El amor real está hecho de incomodidades e imperfecciones

En resumen, el amor real no se trata de encontrar a la "persona perfecta". Las relaciones humanas se construyen a través de la aceptación de las imperfecciones, la comunicación constante y el compromiso mutuo. 

Cuando dejamos de lado las expectativas irreales, podemos disfrutar de una relación que realmente nos llena.

Rompe con el mito de la persona perfecta y abre la puerta a una relación sana.

Isabel Aranda

Artículo escrito y revisado por Isabel Aranda | Graduada en psicología, con n.º de colegiada M-13497. + 10 años de experiencia como psicóloga general sanitaria.