Beatriz Escartín Gil

Esa convicción fue la que me llevó a dedicarme a la psicología, y a día de hoy sigue siendo el motor que me impulsa a seguir formándome y creciendo, para poder acompañar de la mejor manera posible a quienes deciden dar el valiente paso de pedir ayuda.

Me siento profundamente agradecida de poder acompañar a personas en sus momentos de dolor, incertidumbre o cambio. Mi compromiso es crear un espacio seguro donde cada persona se sienta escuchada, respetada y acogida, sin juicios. Creo firmemente que la terapia debe adaptarse a la diversidad de quienes la viven, porque no hay una única manera de ser ni una única forma de sanar.

Aunque gran parte de mi formación es en terapia cognitivo-conductual, también he incorporado recursos de otras corrientes y enfoques, como la terapia de aceptación y compromiso, el mindfulness, la psicología deportiva, el coaching y la atención a la diversidad de género. Esto me permite trabajar de forma flexible, eligiendo las herramientas que mejor se ajusten a cada persona y a su momento vital.

Acompaño a personas que atraviesan dificultades como ansiedad, depresión, problemas de pareja, insomnio, fobias, indecisión, y otros retos cotidianos que, en ocasiones, nos superan.

Como decía Marie Curie:
"Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para temer menos."

Ese es, precisamente, el espíritu con el que entiendo la terapia: un proceso de autoconocimiento, aceptación y cambio, en el que no se trata de dejar de sentir, sino de aprender a convivir con lo que somos, desde el respeto y la valentía.

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